SLC-BU 94 Sendero de San Martín de Don
- De senderos
- Dificultad Medio
- Recorrido CIRCULAR
- Distancia 9.14 km
- Tiempo estimado 3 h
- Señalizada Si
- Desnivel de subida 751.00 m
- Desnivel de bajada 397.00 m
Saldremos de la plaza de San Martín, junto al Centro Social. Antes de comenzar será buena idea recargar agua en cualquiera de las generosas fuentes que salpican el casco urbano; a destacar la célebre Fuente de Los 7 Caños, en la salida hacia el monte.
Para alcanzar la senda propiamente dicha, habrá que aproximarse por la pista que lleva al monte, unos 2 km. Hemos habilitado un pequeño aparcamiento junto a la entrada del monte para poder ahorrarse esta aproximación.
San Martín de Don ha sido históricamente una localidad forestal. El uso ganadero y, sobretodo, maderero y resinero de sus bosques ha marcado la vida de sus habitantes, que conocen al detalle cada rincón del intrincado paisaje. Por esta razón el monte estaba repleto de diversos caminos y senderos, los cuales han ido desapareciendo por causa de su desuso en favor de una ancha pista, muy útil, pero que no da idea de la belleza real del paraje.
El relieve de la zona no es de los sencillos; no es fácil acceder a ciertas zonas sin tener que enfrentarse a pendientes considerables o a zonas más o menos escabrosas. Nuestra ruta es circular, pero aconsejamos realizarla en el sentido propuesto aquí: el desnivel va a ser el mismo, pero la parte positiva del mismo la acometeremos con bastante menos dureza.
Entramos en el monte y tras una pronunciada curva dominada por un castaño, especie rara en la zona, comienza la ruta circular. Nosotros seguimos 250m más por la pista hasta llegar a un cruce a mano izquierda que nos dirige a visitar la pequeña Ermita de San Francisco de Asís, patrón de los Forestales.
Salimos de la ermita de nuevo a la pista para bajar 200m hasta el cruce que nos dirige a las Carboneras de Roque. Será este un bonito y protegido camino entre los cortados, por el que iremos ganando altura al monte, desembocando de nuevo en la pista. Seguiremos las indicaciones, recortando curvas por senderos antiguos, y llegamos al Campo Abuzón, una de las numerosas praderillas que, entre tanto bosque, sirven de punto de referencia.
A la izquierda, por la pista (siguiendo el GR-99), podemos llegar al mirador del Ebro y disfrutar de las magníficas vistas del desfiladero de Sobrón.
Pero nosotros abandonamos de nuevo la pista para subir por la Senda del Hayuela, que nos conduce, monte arriba, hasta una repoblación de pinos y, de nuevo, la pista que nos servirá de apoyo si así lo necesitamos. Seguimos esta rumbo N 100m y tomamos la senda que sale a mano derecha, de nuevo monte arriba: el Camino Nuevo. Estos senderos, recientemente recuperados, nos suben hasta la zona de cumbres.
Volvemos a salir a la pista, ahora mucho más vegetada y agradable de andar, que nos acompañará cerca de 1km. Nos dirigimos a la cumbrera hacia la izquierda (Oeste), enseguida encontrando el cruce que nos invita a acercarnos a La Mota. Aunque llegar a este pico signifique alargar el trayecto, lo recomendamos ávidamente, pues de todos los de la Sierra de Árcena, quizás sea este el más espectacular. Con suerte, el día estará despejado y disfrutaremos de unas vistas difíciles de igualar desde el promontorio natural de La Mota.
Continuamos camino y llegamos a las Campas de Muena, otro sitio donde hay que asomarse al barranco sí o sí. Un poco más adelante, un cruce nos ofrece la posibilidad de subir al Monte Cueto, techo de Árcena, o incluso dirigirnos a la zona de Valdegobía y San Zadornil. Nosotros tomamos la senda que sale hacia abajo, entre los bojes. Rodeados por boj, algunos ejemplares de gran porte, comenzamos el descenso por la falda del monte y llegamos a unas majestuosas hayas en un fondo de vaguada, y a la famosa pista. Seguimos a la derecha 200m hasta la charca del Espinal, un punto de agua para el ganado.
Continuamos rumbo Oeste hasta el Campo Tobejón, donde viramos hacia el Sur y volvemos a bajar, esta vez de modo bastante pronunciado, atravesando un hayedo. Durante la bajada, pasaremos por las fuentes Encimera y Bajera, que, dependiendo de la época del año, nos ayudarán a refrescarnos.
Finalmente volvemos a la pista, y al área recreativa del Corral de Los Bueyes, también conocido como El Jardín. Seguiremos bajando por la pista, ya sin tanto desnivel.
Pasamos una puerta en el cierre ganadero (si nos asomamos con cuidado a mano derecha podemos contemplar una curiosidad geológica, un pequeño barranco circular llamado Recuenco), y a unos 200 m haremos un buen recorte a la pista cogiendo a mano derecha la Senda de Las Vueltas. Este era el camino original antes de que se construyera la pista actual a golpe de dinamita, o bien lo que queda de él, ya que los restos de las explosiones taparon buena parte del camino.
La Senda de Las Vueltas nos devuelve directamente al punto de inicio del sendero circular. Desde aquí ya sólo nos queda desandar el camino hasta el aparcamiento o el pueblo de San Martín de Don, sin olvidar tomar un buen refrigerio en el Centro Social o refrescarnos en alguna de sus buenas fuentes, antes de regresar a casa.
Información cedida por:
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Información práctica
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